Ojitos brillantes y cara de tontos, así nos quedamos todos escuchando las historias que nos contó Ander Izagirre. Pese a estar con síntomas de autopsia, dramático pero no serio, y apenas poder hablar para presentar su libro, Ander, acompañado de Don Gerardo Fuster, nos deleitó por un par de horas. Obviamente no desveló ninguna de las grandes historias de su libro, lo que si nos contó es de donde viene su pasión por ciclismo, su historia personal como corredor y algunas anécdotas de «la cara B del tour de Francia».
Una experiencia que esperamos repetir pronto cuando haga mejor tiempo con un «Tour de plomo», por carreteras míticas de Catalunya.
Fotos de Paolo «Penni» Marteli
My Beautiful Parking 
Lo di todo en MBP y después caí en la cama, donde llevo cuatro días con amigdalitis, que no es ninguna amiga griega. Mereció la pierna. ¡Viva MBP, viva don Gerardo y viva Coppi!
PD: Vaya retrato monstruoso me habéis hecho, con los bultos de la amigdalitis avanzando por mi mandíbula hacia mi cerebro y esa cara picada por la lepra… Si la pongo en el pasaporte, no me dejan cruzar a ningún lado.
Amigo Ander, conocido también por el apellido norteño de Izaguirre:
No puedo por menos que dedicarte siquiera unas líneas de salutación, de admiración y de buen recuerdo tras tener la oportunidad de escucharte en la charla distendida que realizaste en los locales debidamente engalanados de My Beautiful Parking. Nos sugestionaron tus anécdotas y más sabiendo quién eras, especialmente con este libro reciente titulado «Plomo en los bolsillos», que me tocó presentar y que se debía a tu pluma ágil y desenvuelta. Con un vocabulario rico y digno de todo elogio, cualidades que yo bien quisiera para mí, metido en estas lídes ciclistas. Quizá con una inclinación periodística más por el ciclismo histórico con las heroicidades por parte de innumerables ciclistas, retrocediendo ¡claro está! a tiempos de antaño que transparentaron los denominados «Forzados de la ruta», como les llamó el literato francés Albert Londres, allí por el año 1924, concretamente en el Tour de Francia, que tuvo la oportunidar de poder seguir y describir.
Hay que agradecer sinceramente el esfuerzo físico que para tí supuso el pisar las tierras catalanas llevando consigo una amigdalitis de cuidado. Suerte tuvimos que tu entusiasmo superara de largo esta adversidad si se quiere inoportuna, pero que no pesó negativamente en el ambiente agradable de varios aficionados del pedal que asistieron al acto de presentación, estos aficionados que llenaron plenamente la estancia majestuosa del local de My Beautiful Parking, engalanado hasta los topes y con una suculenta merienda que nos acompañó a todos, gracias a la desprendida ayuda desarrollada por varias bellas aficionados que se sumaron a este acontecimiento casi único.
Es de agradecer también el de que Ander me diera un poco de espacio para que pudiera yo hablaros de Fausto Coppi, este malogrado ciclista famoso al que me unió de años una gran amistad. Me agradó el poder hablar de este tema y hablar un poquito también de lo que representaba y representa para mí la bicicleta que me regaló en el año 1957, bicicleta con la cual he recorrido miles y miles de kilómetros por la variada geografía europea.
Ander, gracias una vez más y hasta pronto, si te vienes por aquí. Te esperamos todos.
Un fuerte abrazo,
Gerardo Fuster
Gerardo, para mí fue un honor tener tu compañía. No estaba muy en forma y no te pregunté tantas cosas que me hubiera gustado saber sobre tus años cerca de los grandes ciclistas y de tus posteriores viajes a pedales. Me supo a poco. Por eso espero que tengamos pronto otra oportunidad para encontrarnos. Te mando un fuerte abrazo,
Ander